Es increible como estos animales "conectan" con los niños y viceversa. La COMUNICACIÓN existe entre ambos, una comunicación profunda basada en las transmisión de calor corporal, de impulsos rítmicos y del movimiento tridimensional.
La motivación que genera el contacto con el caballo estimula la efectividad, mejora la atención y concentración; estimula la sensibilidad táctil, visual, auditiva y olfativa; ayuda al aprendizaje pautado de acciones y aumenta la capacidad de independencia...
¡¡¡ Un regalo para nuestros niños !!!
